Hay cosas que simplemente no se pueden ocultar. Otras, prefiero dejarlas a al intemperie. Pero sé que siempre habrá algo al acecho y las destruirá, se las llevarás y raptará como un pequeño animal, para convertirlo en su mascota.
Cada día que pasa es como una puerta más, y otra habitación más. Es que definitivamente uno hace muchas cosas en un día. ¿Cómo decirle a un tigre que vuele como mariposa? Es que ni los canguros pueden hablar italiano. Mucho menos yo puedo estar quieto. Pero bueno, no es el hecho de qué me mueva alborotado, sino qué hago cuando me muevo. Ni perdón puedo pedir. No soy mudo pero es que no puedo.
Los atardeceres son bonitos cuando se ven con amigos, pero mucho más majestuosos y especiales cuando se observan con un pedazo de peluche de felpa que hace que cada rayo de sol entre en nuestros ojos y ese rayo pasa por todo nuestro cuerpo y lo devuelve por el otro, y queda uno atontado porque ve el atardecer con un bicho grande que habla y uno feliz de la pelota que por un momento especial. Momento especial es cuando uno tiene la oportunidad de tomar unos cuantos tragos de más y lograr besarse con un amigo con el que uno sabe que jamás pasaría nada pero que sería espectacular que ocurriera, y no hablar de ello por temor a aceptar que fue bonito. Prefiero ir a fumarme un cigarrillo color arco iris y tirarle una moneda a un carro para comprar gasolina.
Pero lo importante no es la gasolina, es la parcela y el cultivo que tenemos allí. Es incómodo tener que ir diario a revisar que todo esté bien. ¿Es que acaso no existen las vacaciones? Hasta los problemas deberían tomarse un tiempo para descansar y dejar de trabajar tanto que ni horas extras les pagan. De hecho ni les pagan.
Quisiera ver la noche junto a un disfraz de Winie the Pooh que fume, que se embriague, que sea inteligente y que le encante escuchar música y leer poesía como yo, para no tener que complicarme más la vida en querer hacer que un pez toque guitarra o que a un árbol le de por comer gente haber si hay menos sobrepoblación. Pero creo que esas personas disfrazadas que quisieran ver las estrellas burlarse de mi infortunio sólo están en mi imaginación y me llega el deseo de que se pudiera pasar lo que hay en la imaginación a la triste realidad. Pero por supuesto que no se puede, no quiero imaginar cosas tristes.
Interesante, "Amaneceres ciegos" expone bastantes cosas sobre ti y hasta cierto punto comparto tu punto de vista.
ResponderEliminarComo mencionaste en el último párrafo "triste realidad", la realidad no es triste ni feliz simplemente es realidad y aunque todo el mundo la ve y sienta de diferente forma siempre es la misma.