sábado, 26 de noviembre de 2011

Mujer, mujer particular.

Las noches brillan constante cuando es su momento de iluminar las tristezas de muchos mortales, pero ellas no las vuelven felices, a menos de que nosotros escojamos pasarnos al otro extremo. Te quiero decir, mujer de carismas, que tú iluminas muchas tristezas y las matas.

Romper las rutinas de todos los días, de los normales y los descontrolados, siempre resulta impactante, pero después termina uno en acostumbrarse a disfrutar las sorpresas, por muy desconocidas que sean. Después de todo, con el tiempo, lo desconocido se convierte en conocido y en amigo, hasta en parte de uno mismo. Por eso, mujer de sonrisas, ya no eres una sorpresa desconocida.

Las noches del mundo, donde estamos muchos y a la vez pocos, volando y disfrutando por todas partes, son amenas porque hay tranquilidad en otras partes. Siempre es bueno un equilibro entre la locura y la paciencia, para disfrutar plenamente de ambas. Por eso, mujer de rostro apacible, nivelas las energías de todas estas personas desenfrenadas.

Muchas veces he intentado ser totalmente amable, humilde y servicial, además de detallista, pero mi forma de ser no me lo permite en muchas ocasiones, porque el orgullo y la imponencia siempre salen a relucir sus zapatos. Pero tú, tienes la fuerza para manejar todas estas energías, además de lograr amar sin desdén, que es tu punto débil, aunque de cierta forma demuestra que eres capaz de todo.

Mujer que de la distancia contemplo, y en algunas ocasiones siento cerca, eres más de lo que se percibe. Eres más que una sonrisa y que un gesto de cortesía y amabilidad.  Más que una cara bonita, eres un corazón bonito y violento también. Porque la fuerza no viene de tu cuerpo, sino de tu espíritu, y confieso que en muchas ocasiones, he quedado conmovido por la belleza de tu espíritu, que pasa desde días sofocantes hasta días tormentosos, sonriendo y transmitiendo energía positiva como misiles a nuestros cuerpos.

Corazones gitanos, corazones de hierro, corazones de hielo, corazones de papel, corazones de mujer. Tú corazón ha resultado se mutante, ser diferente, hacerse notar. Corazón de lápices de colores que dibujan en las existencias de todo el mundo, a través de detalles y gestos significantes, que para tí no son nada porque son tu cotidianidad, mujer de acciones inolvidables.

Ya me mostraste tu faceta de artista; la faceta en la que me muestras que tu corazón de tonos cálidos, tonos fiesteros, y tonos helados, puede expresar lo que siente a través de este idioma tan bonito y profundo. Pues déjame decirte, mujer artista, que me impresionas y que te felicito. Déjame decirte, mujer colorida, que me encantaría poder verte escribiendo más, y expresar la retaíla de historias que habrás de tener para contar, y así deleitar y enseñar a muchos más. Porque puedes generar reflexión, sólo que no te has dado por enterada de ello.

Te invito a no dejar que el sistema te haga olvidar lo que tiene tu espíritu, y no pierdas esa magia que tienen tus acciones, además de poder transmitir sonrisas, que se hacen más fuertes, grandes y sinceras, mientras vas dejando de ser una desconocida. Y ya no eres una desconocida para mí, y para muchos, y agradezco, encontrar reflexión, y un corazón de otro material diferente al de los demás corazones. Sigue, sigue iluminando noches, tristezas y potenciando alegrias.

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