Una gota de sonido. Un grito perturbador. Una sonrisa esquizofrénica. Un cuerpo incorpóreo. Tú y yo. Nosotros y ellos. Puñetazos contra rifles. Cuchillos rozando mi ropa. Sangre riendo. Indefinible.
Tus pies siguen aunque no puedan más, y la sangre se precipita y alborota. Mis ojos miran tus ojos. Mi sonrisa no sonríe esta vez. Decepción flameante. Frustración venenosa. I love him. He loves him. Flores marchitas que nacen e irradian mi olfato. No hay más sino estrellas en un cielo sin dueño, o con todos los dueños.
Corramos, gritemos, bailemos, saltemos, ríamos, abracemos y sonríamos. Éste es nuestro momento, el sol es nuestro hoy. Cada movimiento faltará como los demás y será su unión la que nos dará la victoria sensual. Los rayos atravesarán nuestra materia maligna y la purificarán y arrojarán a una nueva tierra donde las flores no marchitarán y los ríos no se secarán. El paraíso está por llegar. Solamente estaremos todos gozando de la dicha de ser nuevos, de sobrevivir y de seguir luchando contra la galaxia. Pues, el destino ha ganado, y sólo queda vitorear.
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