Muchas música adaptada a las circunstancias. Muchas risas y voces danzando. Y mis ojos cerrados sintiendo la energía de mi amigos.
Resultar ser muy divertido mirar a tus amigos y lograr descifrar el color de sus almas, y de la energía que te transmiten. Encontré naranja brillante y naranja pálido en Laura y Pipe respectivamente. Camilo me anzaba el azul, el Costeño aguamarina, y Manu un gris sobrio. Además, el negro de Fry y el rosado de Diana con el café de Carolina. Cerraba los ojos y me veía en un arco iris pintado por su amistad, porque resulta ser lo que matiza nuestra vida en cada circunstancia.
Otra canción, un vinito, cigarrillos y más humo, se convirtió en nuestro ambiente en esta ocasión. La noche se aclaraba y la luna golpeaba más fuerte esta velada de sentimientos.
Estas nuevas fuerzas que brotaban velozmente como volcanes descontrolados en los papiros sin escribir de nuestro libro del cuerpo, hizo parte de nuestra amistad, y de una plana en cada uno de esos papiros. La música se apoderaba de nosotros, mientras los pasos esperaban ser nuestro volar en el cielo de pavimento.
Tal vez ahora no esté riendo, tal vez lo esté haciendo, pero estoy seguro de que ni siquiera yo mismo lo noto. Estoy seguro de que sé que los amigos son el presente, que no se olvidan y que siempre se esperan. Sé que no estás conmigo, pero que el tiempo se accidentará en nosotros, para sangrar ese amor que tanto he querido derramar sobre el cielo esmeralda, mientras bailo contigo.
Que la distancia no nos torture y que los autos no nos desanimen. Que las lágrimas se fulminen, y que el amor solucione todo. Que los recuerdos dancen, y que las miradas se desenfoquen, pensando que somos todo y ya.
A pesar de todo, te recuerdo que estoy con mis amigos, que estoy bebiendo y que estoy fumando, hasta riendo. Te recuerdo que cuando estoy con ellos, personajes de tonos perdidos, no recuerdo nada y el amor no existe, excepto el de fraternidad.
La amistad proviene de la relación social que tienen todos los individuos dentro de su proceso de reivindicación como ser social por naturaleza, pero principalmente es el resultado de la interacción energética entre diferentes almas. Ahí está la pequeña diferencia entre este característico signo que hace parte de nuestro diario vivir y comunicar. Pero la tenemos. La tenemos y la explotamos.
Tenemos piel, y tenemos tintas, tenemos marcas en ella, pero más importante aún, en la piel de nuestro espíritu. Ese espíritu que grita con descontrol, que baila hasta el cansancio, que brilla y fluye como río. Esa amistad que nos hacer recordar la razón de cada marca.
Me encuentro tatuado hasta el centro, por una amistad que es inolvidable, y que me hace seguir disfrutando y aprendiendo de estas noches de olvido.
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