sábado, 29 de octubre de 2011

Rocksistencia desde otro lado.

Luces con formas de camiones y cabellos regados por el piso. En un toque, en una sonrisa o en un fragmento indefinido de humo. Las fuerzas gritan en otro tono "ni ley 30 ni reforma". En una marcha no se ve esta energía, aunque igual se grite, baile, y se luche.

Todas las cabezas y cuerpos se mueven en todas las direcciones del universo, mientras son penetrados por el mismo sonido. No me importa la letra ni el sentido. Me importa la energía; una que podría lograr los fiines que se propusiera.

La sociedad puede ser prejuiciosa, y las muchedumbres desorganizadas y diversas; pero las metas tienen un camino y está militarizado por uniformados.

En la ciudad blanca, histórica y monótona, incluimos pincelazos coloridos de imaginación e intelecto. La gente pelea porque las paredes adquieren imaginación y color del pueblo, que atenta contra su monotonía aburrida, esclavista y consumista, a un campo de reflexión y pensamientos, para quitar las barreras del uniforme y la homogeneidad.

La energía saltando de un lado para otro y contagiar como un virus de alegría a todos ahí. el humo es una jauría de perros mientras el pogo gira, transgresor a las manecillas del reloj.

Sentir energía rebosante de mi cuerpo con tanta fuerza me hace igual a los demás, que tienen lo mismo que yo. La música brilla en un espacio estudiantil, porque ese es nuestro sitio y esta es nuestra tierra.

Alcohol, humo de muchas fuentes, cabellos desordenados, sonrisas fuertes y una meta a lograr, convergen en música enérgica, para unos varios que resultaron muy inconformes y que focalizan su energía fuertemente. Siguen y seguimos luchando con la energía en todas partes y en todos nosotros.

jueves, 13 de octubre de 2011

Fumando cigarrillos.

Puede ser fácil salir corriendo cuando se ve a una persona especial. Puede ser difícil mantener una conversación cuando no se quiere hablar sino actuar.  Puede ser que no todos tenemos la capacidad de disimular. Pero sé con certeza que mi cigarrillo se sigue consumiendo y el humo sigue corriendo implacable por la atmósfera que es ahora mi envoltura de pensamiento.

Malditas trivialidades del amor a primera vista que interrumpen cualquier posible desarrollo de mi vida cotidiana. Siempre me había bastado con verlo desde lejos sin ni siquiera cruzar una mirada o siquiera una palabra. Mis días transcurrían pasivos y normales hasta que encontraba su aura cerca de la mía. Su presencia, por muy lejos que estuviera, lograba sentirla imponentemente en mi espíritu. Y yo seguía fumando cigarrillos para pretender que por lo menos no lo determinaba.

Completando mis noches con tandas de vuelos cósmicos hacia otras dimensiones desconocidas, pero que igual disfrutaba con terror y excitación, él aparecía entre mis pensamientos descontrolados. Siempre te he visto y siempre te he anhelado pero nunca he tomado la fuerza para caminar y producir alguna palabra. Eres como una hipnogogia de la cual nunca puedo soltarme.

Los días seguían normales y yo fumaba cigarrillos para no determinarte cuando me di cuenta que el factor sorpresa es beneficioso dependiendo del estado en el que uno se encuentre. Yo estaba fumándome un cigarrillo como de costumbre cuando se acercó con bastante convicción y me saludó, dejándome pasmado y sin palabras. El humo ardió en mi garganta y me forzó a toser hasta botar todo el humo, ya que mi mente no funcionaba por un leve instante. Hablamos de cómo iba la universidad, de cómo iban nuestras actividades paralelas, y de cómo estábamos en general, que siempre fue un ‘bien’ bastante general, superficial. Concentrándome más en mi cigarrillo y en la gente que pasaba, las palabras que yo emitía eran sencillas  muy típicas de cuando uno no tiene nada qué decir por cuestiones de nervios.

Un momento sencillo y posiblemente muy cotidiano, pero que en esta ocasión fue diferente, e hizo una ruptura en el fumar de mis cigarrillos. Un minuto de conversación con una persona con la que uno se deleita al mirar de lejos, hace que cuando crucen palabras se produzcan muchos más orgasmos.

En este momento vuelvo a estar sentado fumando cigarrillos, pensando y recordando. Momentos sencillos que aparecen en mi mente frecuentemente e incrementan mis ganas de excitarme y llegar al clímax con una mirada fija y una conversación más larga. Que me impresionará después, es posible, pero lo disfrutaré más, y puede que termine por acostumbrarme a conversaciones imprevistas y que nunca pueda practicar para no llegar a equivocarme.

Espero que vuelvas hacia mí con esa convicción, pero que no continúes tu camino, sino que lo continuemos juntos. Flores de colores colgadas de los árboles mientras las estrellas nacen de la tierra. No lo he vuelto a ver. En las noches, sentado en una cama que sé que no es la mía, sino que es sólo mi circunstancia, miro hacia las estrellas y la luna implacablemente inspiradora guía toda su trayectoria. Sé que no estás y que la sorpresa no volverá en un muy buen tiempo.

Mientras yo mismo me induzco orgasmos y clímax en cumbres desordenadas, deseo que salgas de la tierra en la cual nacen las estrellas, florezcas con pasión, y que sangres el sentimiento carcomido por mis colmillos. Sigo fumando cigarrillos.

domingo, 9 de octubre de 2011

Zapaticos mal hechos.

El problema no es uno, son muchos, somos dos. La cuestión es, que las lágrimas mojan y se secan, dejando la marca del llanto en las miradas; rompen el silencio con resignación, decepción y arrepentimiento. Todos sentimos repulsión, el problema es cuando no es mutua.

Sé que rápidamente ha llegado esa situación, por el simple hecho de ejercerme fuerza; por el simple hecho de soltar mi mano con decisión y caminar a un compás muy diferente del mío. Las miradas se juntaban con expresión de ilusión y alegría, y ahora lo hacen con incertidumbre y tristeza, dejando así, un aura de pérdida y unos ojos que no miran a ningún punto fijo para no concentrar sus sentimientos.

Soy como un escribano que redacta con tinta ajena, y que no tiene más papel que su piel. Los tatuajes invisibles e impenetrables de mi piel ya no sienten, pero el resto de mi cuerpo se adolece y disfruta. 'El dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional', dicen por ahí. Hay que ver cómo es que es eso.

Quererme es casi que imposible y menester de dioses. El problema es que yo quiero. El problema es que lo sé. El problema es que sigo. El problema es que no obtengo buenos resultados, y me quedo como un zapatero que intenta fabricar un modelo llamativo y le sale mal, pierde su trabajo, y los materiales que invirtió en ello no los recuperará nunca. Además, mis zapatos habrán de ser pequeños, puesto que yo también lo soy, y deben servirme para caminar y recorrer el mundo supuestamente contigo; aunque es más probable que se destruyan fácilmente por ser pequeños. He ahí los problemas de la edad y la estatura, a pesar de sentirme feliz y orgulloso de ser tan enano.

Más cigarrillos me acompañan incondicionalmente, como si ellos fueran los únicos que me quisieran, ya que ahora los recuerdos no logran hacerme llorar ni sonreír, como lo hacían antes con implacable fuerza. Me quedé como una estatua trascendental para el cosmos de mi identidad, y debo continuar así, porque soy yo. Ni la lluvia, ni la luna ni las estrellas están para mí, porque me las han robado. De hecho, ni me las han regalado, así que me apropié de algo que nunca será mío.

Soy yo quien quiere, y soy yo quien se decepciona.  Me desanimo rotundamente a seguir perdiendo mis materiales y a perder el esfuerzo sin saber que mis zapatos saldrán bien.  Aunque definitivamente prefiero pintar y crear, mientras me sigo perdiendo en el mapa de mi universo personal.

sábado, 8 de octubre de 2011

Delirando por Agustina.

La ausencia de amor, puede generar locura. Tal vez es la no vigilancia del ser amado, que puede correr el riesgo de enloquecerse. Tal vez sean cuestiones de herencia. Aguilar vuelve de viaje con sus hijos y llega a casa y Agustina no está. Lo llaman a decirle que anda en un hotel, y al llegar, Agustina está loca.

Agustina está loca y él no puede hacer nada más que estar con ella. La tía Sofi empieza a hacerse cargo de Agustina, dentro de la perturbación de Aguilar. En Delirio,Laura Restrepo explora las situaciones contemporáneas que irrumpen en una pareja al parecer común y corriente. A lo largo de la historia, se empieza a desenvolver el pasado peculiar y caótico de la familia de Agustina; su infancia, al igual que la infancia de su madre y de su tía Sofi.

Restrepo, saltando entre pasados diferentes y el presente, hace que nosotros mismos empecemos a relacionar todas las historias y empecemos a entender en por qué de la locura repentina de Agustina. El amor de Aguilar por Agustina lo obliga a investigar sobre el por qué Agustina estaba en el hotel, y a indagar sobre el pasado de la familia de Agustina, a través de la tía Sofi, mientras Agustina se hace en el rincón, no habla, y luego empieza a llenar el apartamento de platones con agua.

En Delirio, cada aspecto leve cobra valor, puesto que cada uno tiene una historia que influye, en la forma en la que se necesita comprender lo que ocurre en cada momento, para lograr entender la locura de una mujer, además de su historia. Se muestra a la mujer con locura, y a la mujer relativamente cuerda, además de su propia infancia y del ambiente en el que se crió y logró desarrollarse, terminando en la locura, de amor, abandono, ausencia, que despierta la preocupación de Aguilar.

Laura Restrepo logra mostrar la locura de una mujer contemporánea, retrocediéndose a diferentes espacios, épocas, situaciones, de la manera más bella, desconcertante y contrastante en la que es posible mostrar amor, locura y recuerdos.

lunes, 3 de octubre de 2011

Amor y amistad.

Mientras Laura se fumaba sus últimos plones, y Marcela pedía más porro entre carcajadas y expresiones características de ella, Chan dibujaba con los lápices y papeles que acababa de recibir como regalo de Pablo. Nata cantaba a medio pulmón puesto que había escuchado más fuertemente su voz en una ocasión anterior. Entre la música y las voces, escuchaba particularmente la fricción del lápiz de Chan con el papel. Una mente que siempre me ha llamado la atención, por su sabio y suave tono. Cómo se estará reflejando en el papel ese conocimiento y todas esas experiencias de su línea de vida.

Se escucha la canción de todos nosotros cantándole el Happy Birthday a Ibagué, mientras él hace caras serias, e inmediatamente después, Marcela regando el ‘ponche-crema’ hecho por Alexa. Había gustado mucho del brebaje y luego lo regaba. Se siguió rotando el liderazgo de las canciones y cada viaje se encontraba en la pared verde desgastado que siempre presenciaba nuestros encuentros con la música, el trago, el cigarrillo, y muchos más grandes viajes que nunca se repetirán.

Marcela continuaba haciendo sus típicos comentarios de sobriedad y sus trabas.

Laura reía a la par con Pipe hasta sentir la orina entre sus leguis, por todos aquellos recuerdos y agradecimientos a estas personas a las cuales confiaba este vuelo. ‘¡Cómo puta mierda!’, Marcela profesaba mientras reíamos e Ibagué preguntaba muy serio que quién quería más. Me impresiona siempre cómo todos pensamos diferentes cosas, y hablamos entre varios, entendiendo y riendo de todo.

Marcela seguía haciendo caras cómicamente en todas las dimensiones, mientras se afligía por nuestras diversiones hacia ella.

‘Flaca’ cantamos todos imitando alegremente a Calamaro, y Marcela se tiraba toda armonía grupal. Nata se reía siempre de Marcela al decir ‘Miiiiiiiiiiii, marica mi Mí es el mejor’, mientras decía quién cantaba y tocaba. Camilo sonriendo y cerrando sus ojos para enfocar más su temporal universo, y el coste cantaba tímidamente.

Más explosiones de risas dedicadas a Marcela que al parecer siempre toma el puesto de centro de atención por sus peculiaridades. Más personas cantando diferentes canciones y ruidos extraños de la diminuta boca de Laura.

Carito sobria pero sintonizándose con nuestras trabas como si tuviera un radar que captara nuestras energías de estas trabas muchas de nuestro diario de vuelo.

Siempre recordaré la confianza de nuestras trabas para seguir entonados juntos en cada risa y momentos de pérdida grupal de todo nuestro entorno, confinado a esta habitación tan paciente y leal.

Tirando pelotas de volleyball de otros mundos en este colectivamente mundo real, logro encontrar muchos lazos que nos amarran y crean un nudo insolucionable que nos obliga a disfrutar de nuestras presencias cotidianamente.

Ya siento más calmada y controlada esta traba de energía, que hace que no quiera salir y que quiera controlar el tiempo para que siga siendo la 1:48 de la mañana de un domingo cálido. Me niego a tomar porque la traba me es suficiente, y quiero seguir viendo a mis amigos con el mapa de la hierba. Ahora la traba no es con hierba sino con momentos que luego comentaré a las personas que sigan en mi inconstante línea de compañías y personas especiales.

Soy de los partidarios de lo que dice Cortázar; de que la vida es un bus y se sube y baja gente que nos acompañará por un tiempo en nuestra ruta. Ahora lo que puedo hacer es aprovechar los orgasmos de risas con estos personajes tan particulares, que desean vivir sin preocuparse por nada más. Sólo vivir y disfrutar.

Donde sea, sea lo que sea, la música nos acompaña, desde un computador, una guitarra o nuestras voces y movimientos, que nos mantiene unidos en nuestro deje y aleje.

La noche transcurre incansablemente produciendo nuestros recuerdos y marcando con tinta negra y más colores este diario de vuelo joven y vividor.

Marcela dice ‘wow, no te estaba prestando atención Juli, perdóname!’, después de que le leo esta sencilla descripción de uno de mis libros interminables de recuerdos, experiencias y variedades, que comparto con muchos, desde mi libro, desde el de ellos, y desde los que los lean por casualidades de las vidas.

El humo sigue volando como gitanos que bailan a la música como si esa fuera el himno de su existencia. Estas tierras patojas caminadas por otras regiones, invocan música diversa para nuestros oídos y talentos. Más ponche-crema de Alexa para todos. Su sabor a chocolate, whisky y más crema nos endulza en la noche de amistades y amores de hermanos, compañeros y hasta graduandos; y humanos en especial. Le digo a Marcela que no me duerma para que en realidad deje de morderme el hombro, mientras Pablo toma ponche-crema, descansando de cantar y animar. El amor toca en la habitación pergamino y el silencio revolotea.

Más noches de juventud y disfrute me continúan, pero esta es como las demás; la mejor de todas, y una de la tanda de sueños cumplidos como esta noche de más amistad que cualquier otra cosa en la habitación de todos.

sábado, 1 de octubre de 2011

Viernes de contrastes.

Mientras me arde el corazón en miles de latidos continuos, escucho a Marcela cantar, cuando nunca pensé ni pensamos que cantaría de tal forma. Juan y Franco acompañando semejante pinta de artista brillar no por sus ridiculeces, sino por su pasión.

Sentir su energía reflejada en mi cuerpo, y lograr ver cómo ella penetra mi ser, en llantos de alegría internos, impulsados por el orgullo de alguien que ha logrado ser parte de mi existencia.

Muchos cigarrillos y una que otra cerveza, matizan este ambiente de juventud, destrucción y sonrisas que me hacen sentir parte de la persona que soy y de quienes están conmigo. Manuel fotografiando a Marcela y ella haciendo sus caras raras mientras imita con fuerza y a su propio estilo a Amy y The Cardigans, diciendo 'they tried to make me go to rehab' y 'love me, love me, say that you love me'.

La unión de todas estas percepciones me hace querer saltar, gritar y abrazar el cosmos y el destino que me convergen con Marce, mientras Diana toma cerveza con pitillo. el sonido del bajo y de mis latidos son discordantes, así que me aíslo de mis amigos mientras fumo y siento la música del alma de Marcela.

Hoy me lleno de nostalgia, de sueños cumplidos y no soñados, de decepciones simples, de belleza exterior invisible, de risas y dolores de corazón, mientras me fumo unos cigarrillos y contemplo a una mujer que grita al compás de la noche, con la melodía de su espíritu.