En muchas ocasiones nos hemos preguntado sobre qué escribirán las personas exitosas en sus diarios. Esas personas que todo lo tienen, y que pareciera que tienen un modelo de vida perfecto, deseado por los demás que no lo tienen. ¿Cómo serán estas personas en la intimidad de las páginas que guardan bajo su colchón o en su mesita de noche?
Alfredo Iriarte indaga sutil, pero a la vez diplomática y desinhibidamente sobre los pensamientos de una mujer exitosa. En ‘Diario de una ejecutiva ejemplar’, se narran los sucesos de una mujer que aparentemente lo ha logrado todo. Esta mujer logró las mejores calificaciones durante toda su trayectoria académica, y se destacó en el plano profesional como una empresaria de renombre y de alto reconocimiento, hasta terminar siendo Ministra de Hacienda. Ligado a esta hoja de vida, la ejecutiva ejemplar no tenía que depender de un hombre, ya que se había separado de su esposo, y podía sola. Todo lo que una mujer podría anhelar.
Pero no solo el éxito profesional resultó prescindible para esta mujer. Es buscada y deseada por muchos hombres, tanto por su posición laboral, como por su estado físico. Definitivamente era lo que se dice una ‘mamasita’, ya que no había querido dañarse el cuerpo con un hijo. La ejecutiva ejemplar se empieza a sentir atraída por su sicoanalista, el cual la hizo escribir su diario, y es el único hombre que no le presta atención, llegando esta al punto de ofuscarse por su indiferencia.
Buscada por su ex esposo, por sus compañeros de trabajo, esta mujer prefiere avanzar laboralmente, sin desviarse por cosas del amor, al nunca querer terminar como sus compañeras del colegio. Envidiada por muchos empresarios, con el título de ejecutiva del año, orgullosa de tener un cuerpo fabuloso, además de saber que tiene un BMW mientras su ex tiene un Renault 4, la hace sentir que no necesita más.
En este diario, Alfredo Iriarte se desliga de los formalismos y muestra la parte personal y sin cohibición de una mujer de buen status laboral, económico y social, lográndolo de una forma cautivadora. Iriarte nos captura con su relato y nos crea la sensación de que estamos espiando la vida de esta mujer, que en cierto punto, se rinde ante el amor, e intenta llenarlo con poder, reconocimiento e independencia.